BERENJENA, LA PARIENTE MORADA DE LA PATATA



La berenjena es una hortaliza perteneciente a la familia de la patata que presenta gran variedad de tamaños, colores y sabores, siendo las de color morado las que con mayor frecuencia se encuentran en el mercado.

Todas las variedades de berenjenas tienen en su interior una estructura esponjosa, formada por pequeñas bolsas de aire que producen un doble efecto a la hora de cocinarlas. El primero es que al cocerlas reducen considerablemente su tamaño, hasta  convertirse en una masa de textura cremosa. El segundo, que al freírlas se empapan de aceite, con el consiguiente enriquecimiento en grasa, inconveniente que se soluciona en parte, salándolas previamente para extraer la humedad.

Tienen sólo 15 calorías por cada 100 gramos, lo que  hace que, cocinándolas rehogadas  en una cucharadita de aceite y ajo, sean una guarnición aconsejable en las dietas hipocalóricas.

También combinan muy bien con pistos de tomate y pimiento, rellenas de carne, con bechamel, con queso fundido y especialmente con huevos escalfados.

Advertencia .-  Procurad comprarlas cuando se vayan a cocinar, ya que no es recomendable conservarlas en el frigorífico, donde el frío les produce enmohecimiento y malos sabores en pocos días.



 Berenjenas fritas

Se corta la berenjena en rodajas muy finas, conservando la piel morada de su borde exterior para darles mayor rigidez. Sazonar y dejar reposar un rato.

Secar con papel de cocina para retirar la humedad y los restos de sal, y enharinar ligeramente.

Poner en la sartén con aceite de oliva bien caliente y freir por ambas caras sin quemarlas, hasta que adquieran la textura y rigidez de  las patatas chips.

Una vez fritas, se colocan sobre papel absorbente y se rectifican de sal a gusto.

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